domingo, 29 de marzo de 2009

Fernando Lujan alaba el trabajo actoral de su hija


Distrito Federal— Fue como si por algunos momentos volvieran al pasado. No sólo fue el hecho de que Vanessa Ciangherotti debutara en la obra ‘Chicas Católicas’ encarnando el papel de colegiala. Hubo otros factores que hicieron pensar en que por un par de horas, Vanessa volvía a ser una niña.Por ejemplo, entre las butacas estaba su padre que con gesto benevolente juzgaba su desempeño igual que lo hubiera hecho con la niña Ciangherotti cuando iba a la escuela.Y luego, la música del inolvidable grupo sueco ABBA que triunfó en los años 70 y que tanto le gustaba en su infancia y que aparece en la obra como parte de un sueño de grandeza que realiza su personaje de Wanda.Al final de la función de ‘Chicas Católicas’ al encenderse las luces, el primer actor Fernando Luján subió al escenario. Se dirigió hacia el público como si fuera un padre orgulloso que presume que su hija sacó 10 de promedio en la escuela.En realidad, Vanessa Ciangherotti no había presentado ningún examen pero sí había hecho una excelente interpretación de una chica caprichosa e insaciable llamada Wanda, con todo y sus berrinches de niña que todo lo tiene.Luján ensalzó a su hija, dijo que era una gran actriz y también una gran directora y que esa noche le había traído recuerdos de aquellos años en que era una niña. Se le quebró la voz y luego padre e hija se abrazaron y se dieron un beso.La función también sirvió para celebrar las 700 representaciones de la obra que fue apadrinada por Carlos Rivera.

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